Tierra de Santa María
Bienvenidos al corazón latente de la historia portuguesa: la Tierra de Santa María, una región medieval que surgió en el siglo IX durante la reconquista cristiana de la Península, bajo el liderazgo de Afonso III de León. Designada como la «Madre Patria de Portugal», esta área fue delineada inicialmente entre los ríos Duero y Vouga, extendiéndose desde las serranías de Paiva, Arouca, Cambra y Sever do Vouga al oeste, hasta el Océano Atlántico.
A principios del siglo XII, disputas entre los obispos de Oporto y Coímbra redujeron la región al sur, siendo absorbida por la diócesis de Coímbra. Sin embargo, el núcleo central persistió, vinculado a la diócesis de Oporto, permaneciendo administrativamente bajo el gobierno de Coímbra.
Este núcleo central, que comprende territorios presentes en 14 concelhos del Distrito de Aveiro, se convirtió en un vibrante bastión económico. Desde las montañas hasta la llanura, desde el mar hasta la pastoreo, la Tierra de Santa María florecía en complementariedad. Estratégicamente ubicada entre Coímbra y Oporto, su notable red de carreteras impulsaba un comercio dinámico.
Además, la región destacaba militarmente, organizándose para resistir las incursiones árabes. Mientras que centros religiosos como los monasterios de Grijó y Pedroso enriquecían el escenario cultural, la realización de grandes ferias comerciales cerca del castillo consolidó el nombre «Feira», remontándose a 1117.
Esta vitalidad económica, fuerza militar e identidad cultural independiente desempeñaron un papel crucial en la formación de la nacionalidad portuguesa. El levantamiento colectivo culminó en la Batalla de S. Mamede en 1128, sirviendo como un eslabón vital en la construcción del Reino de Portugal. Como enfatiza el Profesor José Mattoso, la Tierra de Santa María es, indiscutiblemente, la MADRE PATRIA DE PORTUGAL.